¿ES EL MOMENTO DE REFORMAR LA FARMACIA?

Texto: Raquel Arbizu

Según muchos expertos, ahora es elmomento de comprar una farmacia. El precio de las oficinas de farmacia ha bajado considerablemente, ya no cuestan aquellas cifras desorbitadasque hace poco, era obligado pagar. Seguramente si estamos en esta situación, la de comprar, tendremos que plantearnos reformar para adecuarla a la nueva estrategia empresarial.

Si ya tenemos nuestra farmacia, nuestra situación puede ser diferente, pero puede resultar igualmente atractivo realizar una reforma, por muchos y variados motivos.

El principal motivo: las dificultades económicas desu principal cliente, la Seguridad Social, hacen que la mayoría de las boticas se planteen buscaralternativaspara mejorar su facturación y conseguir “ser independientes” del Sistema Nacional de Salud. Asimismo, las bajadas de precio de los medicamentosobligan a las farmacias a aumentar el número de clientes, y sobre todo, a incrementar el margen de ventas , que pasa por incrementar las ventas libresy de parafarmacia.

Ventajas de una reforma:

  1. ROMPER CON LA RUTINA.  Cambiar el aspecto de nuestro negocio, siempre tiene efectos positivos en nuestros clientes, que se transforman en mejorar las ventas, hacer que se hable de nosotros, e incrementar el tráfico a la farmacia.
  2. NUEVO LOOK. Romper tabiques, cambiar la distribución, abrir escaparates, más luz. Vale la pena invertir en cambiar su “look” y comunicar “vanguardismo”.
  3. ADATAR EL ESPACIO AL NEGOCIO. Una reforma es la “excusa perfecta” para decidir qué enfoque queremos darle a nuestra oficina de farmacia. Es fundamental saber quiénes somos, a quién nos queremos dirigir, qué queremos vender y cómo. La adecuación del espacio y la definición de zonas, nos ayudará mucho para ello.
  4. CON LOS 5 SENTIDOS Con la reforma tenemos que conseguir “vender más”. Para ello debemos utilizar los 5 sentidos a la hora de plantear la reforma.

Vista, exponer aquellos productos que nos interesan de manera atractiva, de forma que a nuestro paciente le resulte fácil encontrar lo que busca y diferenciar las zonas.

Olfato: no debemos olvidarnos de este sentido. Al plantear la reforma debemos considerar el colocar ambientadores que creen un ambiente agradable y que pasen desapercibidos o que se incluyan como objetos decorativos.

Gusto: no somos una tienda de alimentación, pero podemos tener caramelos, sin azúcar, muestras de pastillas para la garganta de muestra, etc. que nos ayudan a vender y agradan al cliente.

Tacto: las texturas que utilicemos en reforma son muy importantes y debemos estudiar bien el resultado que queremos conseguir. El tacto nos trasmite muchas sensaciones, sentarnos a esperar en un sillón cómodo y agradable, que la altura del mostrador sea la adecuada, que el tacto de la misma sea agradable, puede ayudar mucho a la venta. Sin olvidarnos de lo más importante, el tacto con el que tienen que ser tratados nuestros clientes/pacientes, tanto porque muchas veces nos cuentan cosas de su intimidad, como respecto a ofrecer un trato muy personalizado que incluya técnicas de aproximación personal (dar la mano al cliente, una palmadita en el hombro, una mirada de apoyo, etc.)
La reforma física siempre debe ir acompañada de una “reforma personal”. Un cambio del espacio, del entorno, hará que sea más fácil introducir cambios en el comportamiento, tanto de nuestro personal, como de este con los clientes. Es el momento perfecto de replantearnos nuestra forma de hacer las cosas. Ser conscientes de que tenemos que estar alerta y siempre atentos para mejorar, es la mejor reforma que podemos acometer en nuestra oficina de farmacia.