Se ha terminado el verano, el calor y el tiempo libre y hay que volver a la rutina. Los farmacéuticos tienen que adaptar sus oficinas y centrarse en ofrecer soluciones a las necesidades “postvacacionales” de los adultos o bien dirigirse al público infantil. Esta renovación, por tanto, debe acompañarse de un cambio de productos en los lineales acorde con lo que se quiera potenciar durante la campaña, y con la definición clara de las vías de comunicación para despertar el interés en el público objetivo elegido.

En el caso de elegir dirigirte al público infantil, hay que centrarse en artículos y servicios enfocados a ellos pero sin dejar de lado que la decisión de compra es de los padres. En primer lugar, es un momento perfecto para fomentar o retomar las rutinas saludables. Además, los productos en formato reducido para higiene personal suelen tener éxito, ya que permite a los más pequeños llevar a la guardería o al colegio su propio kit de cuidado.

Si nos dirigimos a los adultos, Septiembre es el momento propicio para reparar los daños sufridos por la piel y el cabello después de las agresiones del verano, así como ayudar a ponerse a tono tras los excesos. También se pueden destacar los productos para enfrentarse al síndrome post-vacacional y fomentar los hábitos de vida saludables.

En todo caso, para llevar a cabo estas campañas hay que elegir una temática y generar acciones claras y precisas para llegar a nuestros clientes. Los escaparates, el mostrador, los dípticos, los stoppers y los expositores te ayudarán a despertar su interés y generar una necesidad real.